Los dirigibles siempre han fascinado, a la mayoría de los mortales. Eran los vehículos más grandes que jamas hayan surcado los aires. Quizá el accidente del Hindenburg en 1937, supuso la caída en picado de estas maravillas volantes. Pero en realidad no se dejaron atrás totalmente:
Hoy en día se puede hacer rutas turísticas aéreas a bordo de uno de estos aerostatos, en USA hay algunas compañías que lo utilizan para este tipo de viajes turísticos y para hacer publicidad entre otras cosas.
La inseguridad de otros tiempos se ha transformado en confianza cada vez mayor para algunas empresas, cuando de lo que se trata es de llegar a lugares inóspitos o de difícil acceso, como por ejemplo en el ártico.
Fuente: Motorpasionfuturo
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